
Los papás no van directo al cielo. Al que describe Tullio, precisamente, hay que remolcarlo primero a una terapia intensiva para que con ese y mientras entra en el sueño de la muerte, el hijo lo destituye y le saca las medallas, por mentiroso y por irse. Ambos se dejan crecer sus barbas coloradas, antiargentinas, y aparece la mamá para bailar el segundo vals con su marido y darle al narrador la representación más verdadera del amor matrimonial.
Me dijo Tullio que hubiera preferido no escribir todo esto, pero es su padre el que murió y ya no tiene a quién dedicarle sus otras realizaciones, por lo que un libro se le representa como la manera de abrazarse con todas las personas de todos los tiempos, a ver si compensa en algo.
En Algo que nunca le conté a nadie un viejo hijo único despide a un amigo y un nuevo escritor, uno inteligente y de prosa encantadora, reemplaza a quienes lo precedieron en el inmenso y generoso arte de hacer el trabajo sucio de indagar las relaciones humanas y el ruido de fondo de la muerte; del dolor, bah.
Esteban Schmidt
ISBN: 978-987-28629-0-9
Número de páginas: 44
Año de publicación: 2012