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24-11-2017

Las Naves en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2017

«TODO FILM DEBE SER ECONÓMICAMENTE JUSTO»

 

Entre risas, bromas, y un clima de camaradería general con el público, los directores Serge Bozon, Pierre Léon, y Ado Arrietta dialogaron sobre sus inquietudes, sobre lo verdaderamente importante en sus películas, y sobre el rol de la industria y del dinero en sus propias producciones.  
 
Por Ezequiel Vega 
 
El mágico momento del cruce entre cinematografías francesas y españolas se dio en el Salón Recova, cuando se abrió el diálogo entre tres caras del panorama cinematográfico actual que, en el Festival Internacional de Cine Mar del Plata, tienen una importancia radical. Por un lado, los franceses Pierre Léon -que tuvo una fenomenal retrospectiva en la 31° Edición- y Serge Bozon -director de Madame Hyde, la película que abrió el presente Festival-, y por otro, el español Ado Arrieta -cuyos títulos más importantes forman parte de una retrospectiva exquisita. La charla estuvo moderada por la programadora Cecilia Barrionuevo, y los editores de la revista de cine Las Naves, Edgardo Dieleke y Julieta Mortati. 
 
Uno de los disparadores de la cita fue sobre el respeto al realismo en las obras personales. Claramente, ninguno de los tres directores tiene un interés absoluto en abordar a sus películas desde una mirada naturalista, sino todo lo contrario. Madame Hyde es una relectura de la novela corta de Robert L. Stevenson, la filmografía de Pierre León -la que quizás se acerque más a la idea de realismo- utiliza recurrentes elementos dostoievskianos, y el cine de Arrietta escapa en busca de lo poético y lo mágico.
 
El punto en común entre los tres maestros es que, en definitiva, lo esencial es evitar los lugares comunes y partir de una ruptura. “Hay que sacar a las películas del escenario, hacer que estén realmente vivos”, comentó Léon. “Lo que está presente en los films de Ado es que nunca trabaja con estereotipos”, dijo, y Bozon agregó que “los actores suelen traer algo consigo desde otros lugares. No digo que sean malos, pero esto hace que parezcan ajenos a lo que sucede”.
 
Los tres directores dialogaron sobre la actitud rupturista, es decir, sobre poder ser movedizo no sólo respecto a las puestas en escena sino a la relación en el set, con todo el equipo de trabajo. “En todas mis películas hay fiestas, como en Tam Tam. Siempre en un clima de amistad, así se crea algo cómodo. No puedo tener distancias con los actores”, manifestó el director español. El hecho de que los tres directores hayan trabajado con amigos, en diversas oportunidades, es una de las huellas latentes que existen en sus largometrajes. El sentimiento de que la historia tenga vida, obedece –según Bozon- a esa ruptura del registro. “En Pierre y en Ado está el componente de la diversión; la ruptura se genera cuando se pasa de lo dramático a lo cómico, y viceversa”, expresó el director de Madame Hyde, y agregó: “Ado entiende esto, porque no tiene el espíritu de ser serio. Lo valioso son esas personas que no temen al ridículo, que hacen reír con el corazón y con la mirada. Ese es el componente importante”.
 
Cerca del final de la charla, uno de las preguntas de Julieta Mortati fue acerca de la relación entre ellos y la industria cinematográfica. Detrás de una sonrisa burlona, Ado explicó que “relacionarse con la industria es una maldición, porque estás condenado a hacer películas, y ese es un destino terrible”. Léon adhirió, en cierto modo, al punto de vista de Arrietta, porque entiende que “el dinero complica las cosas”. El director de títulos como L´idiot y Deux Rémi, deux se mantuvo siempre fuera del circuito industrial. “Desconfío de las películas costosas. Todo film debe ser económicamente justo, en todos sus aspectos”. Y así cerraron sus reflexiones, frente a una audiencia predilecta que entendió que, aún en nuestros días, existen realizadores que aún buscan la magia de lo grandilocuente en los pequeños detalles.