07-02-2018

Angst, de Adriana Riva en Rolling Stone de febrero 2018

Mujeres a punto de perder el equilibrio

 

Por Silvina Giaganti

 

Alguna vez, Virginia Woolf dijo que no son las catástrofes, los asesinatos, las muertes y las enfermedades los que nos envejecen y matan, sino el modo en que la gente mira y ríe, y sube los escalones del ómnibus. La atmósfera de esta corrosión y descascaramiento cotidiano anida en Angst, la opera prima de Adriana Riva.

La gran pregunta que intentan rodear sus cuentos tiene que ver con los territorios, reales o simbólicos, esa arena resbaladiza sobre la que los personajes viven haciendo equilibrio cómo pueden. Por ejemplo, los protagonistas de “Pollo frito”, que se conocen en una rueda de la fortuna y se aferran a la baranda con las caras blancas de pánico, incapaces de mirar el abismo.

Riva mapea esos territorios, esas pérdidas que se van revelando a medida que avanza cada cuento, y que se van oliendo progresivamente como se huele la llegada de la lluvia en el campo abierto. O esas pérdidas que obligan a mirar para atrás y a refundar una historia filial, como en “Pimienta rosa”.

Angst, un término que toca los acordes de la angustia y de lo angosto, de lo finito como un callejón, es un libro en el que la autora nos ofrece mirar a través de la ranura de una clase social que circula con choferes, hace footing en las zonas verdes más privilegiadas de la ciudad y vive en caserones aristocráticos. Y también, montada a pelo de la metáfora, nos ofrece infiltrarnos en esos emporios llenos de mentiras, secretos y pactos, emporios que nos quedan lejos y que la literatura de Riva tiene la capacidad y la agencia de acercarnos.